lunes, 23 de mayo de 2011

SEMANA DE MAYO

Epoca Colonial



Hace muchos muchos años nos gobernaba la bandera de España, pero los criollos querían mandarse solos y pedían que el virrey se volviera a España.
Cuando Napoleón mete preso al Rey Fernando, los criollos se dieron cuenta que el virrey ya no tenia poder y se juntaron frente al cabildo para pedirle la renuncia.
Cisneros primero no quiso pero luego, al escuchar a las personas que le gritaban !que se valla el virrey! !queremos un gobierno argentino! tuvo mucho miedo. huyo y se volvió en barco a España.
Señores muy importantes se reunieron en el cabildo y afuera estaba la gente esperando que se resolviera el problema.
Al fin se eligió un gobierno argentino y todos gritaban ¡viva la patria! ¡viva!

Costumbres

En esta época las personas se vestían de otra manera.
Las señoras usaban vestidos largos hasta los pies armadas con enaguas de volados confeccionados generalmente por ellas mismas ayudadas por sus esclavas. las telas eran traídas de Europa. También llevaban peinetones con delicadas mantillas, abanicos y sombrillas para protegerse del sol. Las señoras también confeccionaban la ropa de sus maridos y de sus hijos.
Los caballeros se vestían con sacos de levita, camisas con volados, pantalones angostos o polainas, galeras y bastón con puño de metal.








Algunas de las costumbres de aquella época por ejemplo: era reunirse por las tardes en el patio de las casas a tomar mate, se servían por ejemplo mate amargo para los hombres, llamado cimarrón el cual estaba preparando en una calabaza curada con yerba y para las amas se servía mate dulce también cebado en una calabacita pero curado con azúcar quemada, también tomaban café.
A la hora de comer tocaban una campana, los grandes podían hablar en la mesa, los niños no. las negritas preparaban caramelo que se llamaban alfeñiques, no había otra golosina.



Donde vivían

En el Buenos Aires colonial las casa eran bajas, muy parecidas entre si, sus paredes gruesas pintadas con cal, tenían planta baja y mayor y pertenecían a familias muy adineradas.
Las casas tenían muchas habitaciones, con ventanales que daban a un patio con mucho arboles. En el patio se reunían las familias a tomar mate, conversar y comer ricos pastelitos.
Las calles eran de tierra y la veredas eran empedradas y muy angostas. Cuando llovía se hacia muy difícil transitar por las calles de la ciudad.
solo las calles principales estaban alumbradas por las noches con un farol de vidrio y adentro se colocaba una vela de grasa, que el farolero encendía todas las noches.

Los medios de transporte y comunicacion

las personas que escribían y recibían cartas debían esperar mucho tiempo, ya que los medios en que viajaban eran muy lentos. No existían aviones, ni automiviles, las mismas iban en barco o eran llevadas por un cartero llamado chasqui quien viajaba a caballo. Las cartas Debian ser retiradas en la oficina publica de la zona.
Los medios de transporte de aquella época eran escasos, existían carretas, vehículos de dos ruedas grandes y techos de paja o de cuero de vaca, tirada por bueyes. El viaje en carreta era muy lento e incomodo. Las diligencias o galeras las cuales eran un poco mas cómodas eran tiradas por caballos.
También se viajaba en caballos, el medio de transporte mas veloz de aquella época, los jinetes cuando viajaban por largos caminos de tierra se detenían a descansar en las pulperías donde comían, jugaban, escuchaban música y descansaban un rato para seguir luego su agotador viaje.



El comercio

En esa época la gente del interior del país compraba sus mercaderías en los comercios que estaban alrededor de la plaza mayo, también en las afueras de la ciudad se encuentran las pulperías de campo donde la gente se acercaba para comprar sus provisiones, jugar a las cartas, a la taba, tomar unos ricos mates o beber agua ardiente. Allí también se podía comprar alimento, ropa, tejido y productos hechos en la colonia.
En la colonia desde muy temprano se podían escuchar a los vendedores ambulantes que recorrían la ciudad ofreciendo sus productos, iban y venían por las calles de tierra por la mañana temprano se establecían en la Recova de la Plaza de Mayo.
Cada vendedor ambulante tenia su pregón anunciando sus productos.

los aguateros: Vendían a domicilio el agua que tomaban directamente del Río de la Plata. Para trasladarla, utilizaban un gran tonel montado en un rendimiento carro tirado de bueyes o caballos. El agua se vendía por "canecas", medidas de manera que contenían unos veinte litros. Estos recipientes fueron luego sustituidos por latas.
El primer aljibe de la ciudad fue construido en la casa de la familia Basavilbaso quienes eran envidiados por sus vecinos ya que ellos tenían agua fresca en cualquier momento del día. Muy pocas casa tenían aljibe porque la construccion de este era muy costosa. tampoco se podía beber el agua de los pozos porque era salobre.
A pesar que el aguatero cargaba las cisternas en las orillas del río, el agua no era critalina y necesitaba estar en reposo por veinticuatro horas para poder ser bebidas. Para purificar mas rápido el agua se solía poner un pedazo de carbón en las tinajas.

Agua fresca, clara y pura
para la doña y el don.
Aquí pasa el aguatero
y se va con su pregón.

Traigo agüita limpia en mi barril
compre señora,
¡diga que sí!.



Los lecheros: Generamente eran niños o jovenes hijos de los chacareros de los alrededores. iban a caballo y llevaban la leche en recipiente de barro, de estaño o de ojalata, colocados dentro de bolsas de cuero, que colgaban a uno y otro lado de la cabalgadura.

Traigo leche para todos
leche para beber
blanca, fresca y deliciosa
para ayudarles a crecer.

Leche espumosa lleva a caballo,
el lecherito que va a mi barrio.

El pastelero: eran generalmente negros o mulatos. llevaban colgada del cuello una bandeja de madera con su mercancia (torta, pasteles y otras golosinas). Algunos estacioneban en lugares fijos y apoyaban la bandeja sobre un caballete, otros solian anbular por las calles anunciando su presencia con un toque e silvato.

Aquí llegan los pasteles
que prepara el pastelero.
Vayan a lavarse las manos
¡para chuparse los dedos!

Yo soy la negrita Tomasa
la que cocina y amasa
preparo ricos pasteles
para comerlos en casa.



El vendedor de vela: Levaban sobre el hombro un palo largo o caña, de cuyos extremos colgaban las velas por el pabilo.



Tambien recorrian las calles, las labanderas negras o mulatas que iban hacia la playa llevando la ropa, el jabon y la tabla para refregar en enormes fuentones sus cabezas y en una de sus manos la pava para calentar el agua para el mate.

A la ropa, ropa lavo
del señor y de la amita
la mojo en agua del río
y la saco bien limpita.

Para tener la ropita de primera
désela a esta negrita
que es la mejor lavandera.



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